La cirugía refractiva con lentes intraoculares consiste en la implantación de lentes fáquicas o pseudofáquicas para corregir defectos refractivos (miopía, hipermetropía y astigmatismo). Está indicada para aquellas personas que desean prescindir de la corrección óptica.
Las lentes fáquicas se implantan entre la córnea y el cristalino, sin extraerlo, por lo que suelen estar indicadas para pacientes jóvenes (menores de 40/45 años).
Una de sus grandes ventajas es que se trata de una técnica reversible. Dependiendo del espacio de que se disponga dentro del ojo, pueden llegar a corregir unas 20-21 dioptrías en casos de miopía y hasta 10-12 dioptrías en casos de hipermetropía. Se pueden colocar delante del iris (lentes de soporte iridiano) o entre el iris y el cristalino (lentes ICL).
A diferencia de las lentes fáquicas, las lentes pseudofáquicas sí que sustituyen el cristalino, ya sea porque ha perdido la función de acomodar, como ocurre en pacientes con presbicia o porque se trata de un cristalino opaco (catarata). La graduación que se puede corregir con las lentes pseudofáquicas es de hasta 35-40 dioptrías de miopía y hasta 20 de hipermetropía