Corrige Miopía, Hipermetropía y Astigmatismo con total seguridad.
Consigue una visión nítida sin necesidad de gafas
La cirugía refractiva es el conjunto de técnicas quirúrgicas que tienen como finalidad eliminar o minimizar los defectos refractivos oculares tales como la miopía, hipermetropía o astigmatismo.
Utilizamos diferentes técnicas quirúrgicas para corregir estos defectos de refracción, tales como la modificación o tallado de la córnea a través de las técnicas láser o la implantación de una lente intraocular fáquica o pseudofáquica.
Según las características de cada paciente, el especialista indicará uno u otro procedimiento.
En una primera visita, el oftalmólogo evaluará tu graduación actual, el estado de salud ocular y realizará un examen ocular completo. Dependiendo de los resultados, se selecciona la técnica más indicada, teniendo en cuenta aspectos como las características del ojo, la edad, las preferencias personales o la profesión.
La consulta previa de valoración es fundamental. Realizamos un estudio previo compuesto por diversas pruebas optométricas y oftálmicas con el objetivo de obtener la información necesaria para determinar si el paciente es apto para la cirugía láser ocular y el tipo de procedimiento que vamos a emplear.
La operación a láser de los ojos comienza con la aplicación de un colirio anestésico (gotas) y con la inmovilización de los párpados del paciente para evitar el parpadeo.
Tras la intervención, el paciente permanece en reposo en la clínica durante unos 15 minutos aproximadamente, transcurridos los cuales, realizamos una primera revisión. Explicaremos de nuevo el tratamiento a seguir y lo que puede y no puede hacer. Una vez transcurrido este tiempo, el paciente abandona la clínica con una buena capacidad visual, que le permitirá desplazarse a su domicilio por su pie, aunque nuestra recomendación es que vaya acompañado de algún familiar.
En este momento, el paciente verá mejor que antes de operarse sin sus gafas, aunque notará la mejora visual a partir del día siguiente.
Son técnicas de cirugía ocular dirigidas a personas que sufren miopía, astigmatismo o hipermetropía.
La imagen que llega al ojo, sufre un proceso conocido como refracción y se proyecta sobre la retina, permitiendo así que la imagen se transmita al cerebro y sea percibida nítidamente; es lo que ocurre en un ojo normal. Cuando el ojo tiene un defecto de refracción, la imagen se proyecta de forma anómala, lo que implica una percepción alterada de la imagen, y por lo tanto una visión borrosa.
Los defectos de refracción que podemos padecer son:
Se manifiesta cuando percibes borrosos los objetos lejanos debido a que la imagen se forma delante de la retina, bien porque la córnea, el cristalino o ambos son muy potentes, o bien porque el ojo es más largo de lo normal. Esta alteración visual puede desarrollarse desde la infancia y variar con el paso del tiempo, produciéndose cambios en la graduación.
Es un error de enfoque visual que provoca una visión borrosa e incómoda de cerca, aunque, a partir de cierta edad, también se ven mal los objetos lejanos. En el caso de la hipermetropía, la imagen se enfoca detrás de la retina y no directamente sobre ella.
Se produce cuando la córnea no presenta la misma curvatura en todas sus zonas. La luz se enfoca en más de un punto de la retina y provoca una visión borrosa y distorsionada. Existen varios tipos de astigmatismo: simple (afecta a un solo eje), compuesto (astigmatismo asociado a miopía o hipermetropía) y mixto (un eje se enfoca delante de la retina y el otro detrás).
La operación de Láser Ocular es la mejor inversión que he realizado. Mi vida ha mejorado mucho. La sensación de despertarme, ir a coger las gafas y darme cuenta que ya no las necesito… Es increíble.
Araceli
La operación de Láser Ocular es la mejor inversión que he realizado. Mi vida ha mejorado mucho. La sensación de despertarme, ir a coger las gafas y darme cuenta que ya no las necesito… Es increíble.
Araceli
Todas las técnicas consisten en intervenciones rápidas que no variarán en función de las dioptrías que haya que corregir, no más de 30 minutos, incluyendo el examen posterior a la cirugía que se realiza en la clínica, después de los cuales, el paciente podrá abandonar la clínica por su propio pie.
La mayoría de los pacientes tienen visión borrosa inmediatamente después de la intervención, sin embargo esta irá mejorando al cabo de unas cuantas horas y al día siguiente ya pueden realizar casi toda su actividad habitual.
En absoluto. En ocasiones, puede llegar a ocasionar pequeñas molestias similares a las producidas por una mota de polvo o una ligera presión en el ojo. La intervención se realiza mediante el uso de gotas anestésicas que se aplican sobre la córnea y el paciente no siente nada durante la intervención.
El procedimiento, por su sencillez, requiere muy poca medicación postoperatoria: unos colirios y unas lágrimas artificiales que deberán utilizarse durante al menos una semana.
Recomendamos esperar tras la primera semana del tratamiento, siempre que sea un deporte no de riesgo, para volver con la actividad deportiva y tomando algunas medidas para prevenir la entrada de sudor en los ojos o traumatismos, como el uso de gafas de sol etc…
Estaremos encantados de atenderle, solventar sus dudas y aconsejarle profesionalmente.