Hay que fomentar la prevención y el diagnóstico precoz de las enfermedades de la retina, ya que estos dos factores mejoran el pronóstico de este tipo de patologías que, de no ser tratadas a tiempo, pueden llegar a causar pérdidas de visión importantes incluso ceguera.
Los factores que condicionan la posible aparición de estas patologías:
- La edad.
- Padecer otras enfermedades, como la diabetes, la alta miopía o la hipertensión arterial.
- La predisposición genética.
- Factores ambientales, como el consumo de tabaco o la sobreexposición a la luz solar.
Los síntomas frecuentes de estas patologías son:
- Visión borrosa
- Mayor sensibilidad a la luz o aparición repentina de destellos luminosos o cuerpos flotantes (moscas).
- Las líneas rectas pueden aparecer torcidas,
- Dificultades para una buena nitidez visual
- Aparición de sombras o áreas de visión perdidas.
Si sufre alguno o varios de estos síntomas, acuda a su oftalmólogo cuanto antes para un examen oftalmológico completo.
Las enfermedades de la retina suelen avanzar rápidamente por lo que resulta fundamental detectarlas y tratarlas a tiempo.
Los especialistas recomiendan revisiones periódicas a partir de los 50 años y antes de esta edad si hay factores de riesgo (personas con diabetes, alta miopía o hipertensión arterial o pacientes con antecedentes familiares de problemas de retina).